Anabel Hernández: “Mi libro está sustentado en documentos judiciales”
En pleno debate presidencial sobre seguridad, Xóchitl Gálvez Ruiz sacó el más reciente libro de la periodista Anabel Hernández para “justificar” el haber llamado “narcocandidata” a Claudia Sheinbaum Pardo. En el último capítulo de La historia secreta , Hernández relata las supuestas operaciones que lleva a cabo el Cártel de Sinaloa en el Aeropuerto de la Ciudad de México en contubernio con autoridades federales y locales. Ahí también describe cómo presuntos miembros del grupo criminal han celebrado la eventual llegada de Sheinbaum a Palacio Nacional. “Esto es una descripción de hechos”, dijo Xóchitl Gálvez en el último intercambio presidencial. “En el libro se establece que testigos protegidos que tienen García Luna en la cárcel, son los mismos que aseguran haber dado dinero al actual presidente para campañas políticas”, agregó.
Nuevo libro de Anabel Hernández
Ante las acusaciones, Claudia Sheinbaum no expuso argumentos sobre las declaraciones de su adversaria, sólo recomentó leer otro tipo de ficción. En el libro, concretamente en el pasaje La heredera , se le vincula a ella y a Omar García Harfuch, su exsecretario de Seguridad, con el Cártel que un día fue liderado por Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, quien pasará el resto de su vida en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos. ‘Sheinbaum y Harfuch recibieron sobornos y droga del narco’, acusó Gálvez ante millones de televidentes. “Ella tendría que aclararlo”, abundó. Luego se adelantó a la réplica. “Ya presenté la denuncia (contra Sheinbaum)”, destacó la representante de la alianza PAN-PRI-PRD. La candidata de Morena negó con la cabeza. También sonrió y pidió la palabra. La respuesta fue parecida a la que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio al libro de Anabel Hernández: “es ficción”, “son mentiras”; expuso que el libro fue elaborado con fuentes de dudosa procedencia. Después, invitó a Gálvez a leer Crónicas marcianas ; acto seguido Sheinbaum compartió láminas con datos sobre los resultados que tuvo su gobierno en la Ciudad de México. “De los tres candidatos soy la única que tiene resultados”, dijo. “Los homicidios dolosos bajaron en mi administración”, presumió. Sobre las acusaciones en su contra no se habló más. En entrevista con Expansión Política , Anabel Hernández dio detalles sobre el libro de la discordia, compartió su perspectiva sobre Claudia Sheinbaum y las implicaciones que tendrían los señalamientos que hacen los testigos protegidos y la evidencia con la que construyó La historia secreta . La entrevista se realizó antes del tercer debate y esta es la conversación: El presidente de México dice que su libro es un “compendio de mentiras”. ¿Cuál es su respuesta? No me sorprende que niegue los hechos. En la conferencia mañanera, volvió a negar que él hubiera entrado en un motel de paso, ahí en Gómez Palacio, para recibir 500 mil dólares y de haberse encontrado con Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”. Me parece que natural (la respuesta). Desde que he hecho este tipo de libros, tanto Vicente Fox, Felipe Calderón, Genaro García Luna, Enrique Peña Nieto, Tomás Zerón, como muchos otros, pues han negado siempre… Es natural porque el periodismo de investigación es incómodo al poder. Este libro es producto de una investigación muy seria, de cuatro años de investigación, que está sustentado claramente en documentos judiciales de México y Estados Unidos, está soportado por más de 20 entrevistas. Entre algunas de estas entrevistas viene incluso gente del equipo de Andrés Manuel López Obrador; vienen, por ejemplo, declaraciones ministeriales del “Rey” Zambada, el hermano del “Mayo” Zambada; vienen declaraciones ministeriales del propio Roberto López Nájera, alias “El 19”, que también declaró en la PGR en México cómo él tenía contacto con Mauricio Soto Caballero y con Nicolás Mollinedo, de la gente del equipo de campaña de López Obrador, muy cercanos. Tengo una entrevista con Nicolás Mollinedo, tengo entrevistas con personas que hablan con nombre y apellido, como Dámaso López Serrano, alias el “Mini Lic”, él da una prueba testimonial; habla conmigo sobre lo que a él le consta respecto a la evolución del Cártel de los “Chapitos”, y respecto a cómo los “Chapitos” apoyaron la campaña presidencial de López Obrador en el 2012. Él (AMLO) directamente supo, conoció de los hechos, y por otra parte tenemos, por ejemplo, a Guillermo Hernández, alias “El Lagartijo”, otro integrante del Cártel de Sinaloa, que con nombre y apellido da detalles de cómo es que se fabrica el fentanilo en Sinaloa, pero además cómo a él le consta toda la operación electoral, todo el apoyo que dio el Cártel de Sinaloa a Rubén Rocha Moya y a Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 2018, y en las de 2021, que es cuando Rocha Moya finalmente se convierte en gobernador. Están varias declaraciones, tres testigos muy importantes del Cártel de Sinaloa, que en este momento sus nombres están bajo sigilo. Yo los entrevisté cara a cara, tengo sus voces, hablé directamente con ellos, pero en este momento como son testigos del Departamento de Justicia del gobierno de Estados Unidos, no puedo mencionar sus nombres, pero bueno, está ahí documentado, está ahí las pruebas específicas de esto que estoy afirmando: que Andrés Manuel López Obrador, en sus tres campañas presidenciales, la del 2006, la de 2012 y la de 2018, fue financiado y apoyado por el Cártel de Sinaloa. ¿Cuál es tu opinión sobre Claudia Sheinbaum, una de las protagonistas de tu libro, y sobre Xóchitl Gálvez? No tengo opiniones sobre ninguna de las dos. Creo que lo que importa es la información concreta que yo tengo sobre Claudia Sheinbaum. No la estaba investigando, pero cuando estuve haciendo las entrevistas a colaboradores del gobierno de Estados Unidos, salió su nombre y el nombre de uno de sus más grandes allegados: Omar García Harfuch, que irónicamente justamente pertenece a ese grupo de narcopolicías de Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, pues es en 2008 cuando él entra a la policía federal sin ninguna preparación, sin siquiera haber terminado la universidad, solo porque era protegido de Luis Cárdenas Palomino. Harfuch nunca pasa ningún examen de control de confianza, reprueba todos los exámenes, confiesa en el detector de mentiras que tiene relación con los criminales. Los testimonios que yo recabé hablan de cómo Omar García Harfuch trabaja para el Cártel de Sinaloa, lo dice directamente el “Mini Lic” y lo dice otro testigo que en este momento su nombre lo mantuve bajo sigilo porque está ayudando a armar expedientes judiciales en Estados Unidos, y si yo menciono su nombre, lo pueden acusar de obstrucción de la justicia. Él me dice también que García Luna… perdón, que este Omar García Harfuch es parte del Cártel de Sinaloa. Pero además está el primo de Omar García, Julián García, quien en una entrevista en 2022 me dice que su primo por desgracia sí está involucrado con el Cártel de Sinaloa. Los testigos también mencionan que durante los años de gobierno de Claudia Sheinbaum, la Ciudad de México fue la principal bodega de drogas para el Cártel de Sinaloa, particularmente para un sujeto llamado José Ángel Zazueta, alias “El Flaco”, un enviado directo del “Mayo” Zambada, que tiene nada más y nada menos en la colonia Roma de la Ciudad de México una de las bodegas de drogas más grandes del Cártel. Cuentan con el apoyo de Claudia Sheinbaum, de acuerdo a este testigo. Él está presente cuando hay comunicaciones telefónicas entre José Ángel y alguien que dice hablar a nombre de Claudia Sheinbaum para la liberación de cargamentos, a cambio de que para la jefa de gobierno se quede el 40% del cargamento. ¿Qué hace el gobierno capitalino con esos decomisos? Bien pueden financiar una campaña presidencial. Eso es algo que tendría que dilucidarse. Si en México hubiera un sistema de justicia, se tendrían que estar abriendo investigaciones. Imagino que eso no sucederá, así que lo que yo te puedo decir… ¿Qué pienso de Claudia Sheinbaum? No es lo que pienso, yo lo que pienso no importa, lo interesante es lo que piensa el Cártel de Sinaloa de Claudia Sheinbaum. Anda pregonando los miembros del Cártel que con Sheinbaum les va a ir mejor que con Obrador. Eso es lo que piensa el Cártel que Sheinbaum, es la heredera.
Agencias de Estados Unidos son las que han escuchado los testimonios de estos presuntos criminales. Y construido casos como el de Genaro García Luna con esa evidencia. ¿Cree que exista voluntad política por parte de es país para llevar a algún exmandatario mexicano ante la justicia? En el libro, el lector podrá encontrar la información que yo publiqué el 31 de enero pasado, justamente como una especie de adelanto de lo que iba a venir en el libro sobre esta investigación que hizo el Departamento de Justicia sobre lo que pasó en la campaña presidencial de López Obrador en el 2006. Ellos comienzan a investigar entre 2010 y 2011 y ya cuando va muy adelantada… cuando se da en cuenta el gobierno de Estados Unidos que Andrés Manuel López Obrador pronuncia que va a contender de nuevo en 2012 por la Presidencia de la República, es ahí que, por cuestiones políticas, deciden no seguir. No es que no haya habido pruebas, no es que lo que había no era lo suficientemente sólido, les faltaba investigar, hubieran podido lograrlo y seguramente hubieran llegado a información mucho más a fondo de lo que yo pude llegar. Me parece que por eso López Obrador ha estado insistente en la negativa… lo habrá notado la audiencia… aunque el gobierno de Estados Unidos estaba diciendo en México está produciendo fentanilo y se está tolerando que este fentanilo sea producido y traficado a Estados Unidos, Andrés Manuel ha dicho no. ¿Por qué López Obrador no quiere reconocer que se produce fentanilo? Porque el fentanilo es su colusión con el Cártel de Sinaloa. Se produce en México y ha asesinado en Estados Unidos a más de 300 mil personas. Si el gobierno de Estados Unidos recibe presión de la ciudadanía o si algún partido político en el Congreso pide abrir una comisión para entender qué fue lo que pasó, llegarán a esto. Es la primera vez que la colusión de un presidente con un Cártel produce más muertes en Estados Unidos que en México. Ojo, ahí podría surgir investigaciones para darle justicia a las víctimas. Y para dar justicia a las víctimas no solo se requiere arrestar, por supuesto, detener, desmantelar a los “Chapitos” y al “Mayo” Zambada y a todas las células de ellos que están produciendo fentanilo, sino también tendrían que detener a los partícipes, a quienes los protegieron. Estas organizaciones criminales, como ocurrió en el sexenio de Felipe Calderón, cuando estaba Genaro García Luna, crecen, pero no por ósmosis o por milagro de Dios, no. Crecen justamente porque tienen al presidente y al secretario de Seguridad Pública en el bolsillo. Bueno, pues es lo mismo ahora. Es exactamente la misma historia, solo que ahora peor. Porque ahora estamos hablando de 300 mil muertos, más de 300 mil muertos en Estados Unidos a causa de estas colusiones. Es ahí donde pudiera ser que los criterios políticos de Estados Unidos pudieran cambiar, pensando más en más allá de la relación bilateral. Es importante dar justicia y terminar con esta producción de fentanilo. Ha habido un cambio en este sexenio entre lo que pensaban AMLO y su círculo cercano sobre tus investigaciones. Las celebraron cuando fue detenido García Luna. Hoy dicen que son mentiras… Tanto sus loas como sus críticas me son indiferentes, yo como periodista, no estoy escribiendo para que el poder me esté aplaudiendo, no soy ese tipo de persona, y el periodismo de investigación es más bien incómodo, su propia naturaleza es incomodar al poder. Me parece que este grupo político, en determinado momento de su historia, sobre todo cuando necesitaban ganar votos, cuando necesitaban ganar credibilidad, pues se montaron en la credibilidad de periodistas como yo y otros, que hacíamos nuestro trabajo, no a favor de Morena o de López Obrador, sino a favor de la ciudadanía para que se empoderara. Recuerdo decenas de veces, los círculos cercanos a López Obrador me invitaban en el 2012, 2011, 2012, 2013, constantemente a que yo explicara mis libros, por ejemplo, Los cómplices del presidente , Los Señores del Narco , México en Llamas . Querían que yo explicara ese sistema de corrupción y de poder, ¿no? En ese momento mi metodología… siempre ha sido la misma, testigos, pruebas testimoniales y pruebas documentales. Es la misma fórmula que tengo en este libro de La historia secreta . Quisieron convencerme de formar parte de la comunidad, de los asesores del presidente. Yo nunca he querido acercarme a ningún político. Creo que el papel de los periodistas es ser distante. Ahora, como tú dices, primero me aplaudían, ahora me critican, realmente mi periodismo existe, ha existido antes de Morena y existirá después de Morena, porque estos partidos, estos políticos son pasajeros, todos se creen eternos, pero en realidad son pasajeros. Lo que se queda son los profesionales del periodismo, como yo y como tantos compañeros, que estamos haciendo este trabajo constante de reconstruir la historia moderna de México, de contar en tiempo y en forma qué es lo que está pasando hoy, dar explicaciones a los ciudadanos. En la portada del libro y en el contenido aparece López Obrador como el gran líder… el protagonista en la historia reciente del Cártel de Sinaloa. Él es el protagonista de la portada. Y todas estas personas que están a su alrededor (líderes del Cártel de Sinaloa) son quienes lo llevaron al poder. Y quienes de una u otra manera han sido cómplices de esa llegada. Y a lo largo del libro, el lector podrá ir encontrando cómo él se va relacionando y entrecruzando su historia. Por ejemplo, allí en la portada, si lo ves, solo hay una mujer. Esa mujer, que a lo mejor para el lector no significa nada, no es un personaje súper conocido, esa mujer es la embajadora del Cártel de Sinaloa, que entró a Palacio Nacional, se reunió con López Obrador. “Los abrazos y no balazos” toman forma realmente de abrazos, de gestos de intimidad entre ella y el presidente, las mejillas pegadas. Esta mujer es pareja sentimental, nada más y nada menos que de uno de los principales lugartenientes y traficantes de drogas que trabajan para los “Chapitos”, quien donó más de 15 millones de dólares a la campaña de Rocha Moya, y pues quien le compró a su esposa la presidencia municipal de Elota, en Sinaloa, donde el Cártel de Sinaloa tiene muchos narcolaboratorios de fentanilo. ¿El presidente mexicano actual tiene que enfrentar la justicia? Este libro no tiene que ver con las elecciones, como muchos han dicho. No, no, este libro tiene que ver con qué va a pasar con López Obrador cuando deje la Presidencia. ¿Cuáles son sus escenarios jurídicos y políticos? Porque si estamos hablando que es un hombre que desde 2005, a través del Cártel, alimentaba sus aspiraciones presidenciales… se estaría hablando de una empresa criminal continuada porque no es un hombre que tuvo un contacto y después nunca más… eso significaría que el delito de conspiración para favorecimiento a una organización criminal no habría terminado en el 2006, sino al hacer continuo el apoyo… no habría prescrito y la no prescripción de la empresa criminal continuada es lo que puede llevar a López Obrador a un destino como el de Genaro García Luna, o a un destino como el del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, que también desde que era diputado y a través de varios años fue apoyado por el Cártel de Sinaloa, misma organización criminal que se compra a presidentes como si fueran refrescos en la tienda. Veamos qué es lo que pasa con Andrés Manuel López Obrador.
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