Día Mundial del Medio Ambiente: Alimentación a base de vegetales, clave para mitigar la degradación del planeta

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la organización Alianza Alimentaria lanzó una guía de alimentación sostenible para salvar el planeta.
El planeta enfrenta una crisis medioambiental sin precedentes, la forma en que nos alimentamos que cada vez exige una mayor demanda de proteína animal y con ello un aumento en la actividad ganadera intensiva, es una causa de peso en la degradación de ecosistemas.

Cada tres segundos, el mundo pierde una superficie de bosque equivalente a un campo de fútbol, esto sucede mientras la temperatura global sigue batiendo récords -pues las emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado durante tres años consecutivos-, y el 50% de nuestros arrecifes de coral se han perdido.

Con motivo del “Día mundial del medio ambiente”, la asociación civil Alianza Alimentaria y Acción Climática, cuyo objetivo es impulsar acciones enfocadas a mitigar el cambio climático y mejorar el bienestar mediante la implementación de dietas sostenibles, publicó una guía alimentaria gratuita titulada ‘Mi guía práctica de alimentación sostenible para salvar el planeta’, la cual contiene una serie de recomendaciones para lograr adoptar una dieta a base de vegetales, que tiene un impacto menor en el planeta y evitan el sufrimiento de millones de animales.

Migrar a un sistema alimentario sostenible es un factor clave para afrontar la degradación medioambiental y restaurar los ecosistemas, señala la organización.
La alimentación sostenible es aquella que genera un impacto ambiental reducido, que contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional, y a que generaciones actuales y futuras lleven una vida saludable; protege y respeta la biodiversidad y los ecosistemas; es culturalmente aceptable, accesible, económicamente justa, asequible, nutricionalmente adecuada, inocua y saludable, y optimiza los recursos naturales y humanos.

Para Alianza Alimentaria y Acción Climática y otros organismos internacionales como EAT Lancet, un sistema alimentario que dependa de la cría de animales es insostenible y un freno para alcanzar un desarrollo sostenible, ya que la ganadería representa:

● Calentamiento global: La mayor amenaza que hoy enfrenta la humanidad es el cambio climático en conjunto a la disponibilidad de agua potable, y la ganadería industrial es una de las actividades que más contribuyen a dichos problemas: La industria ganadera produce alrededor del 15% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial. Emite el 65% de emisiones del gas óxido nitroso, un gas de efecto invernadero con un potencial 296 mayor que el dióxido de carbono.

También es uno de los mayores agentes de contaminación y derroche de agua utilizando el 27% del agua potable del planeta. El uso frecuente de fertilizantes, abono líquido, pesticidas para la producción del alimento de los animales destinados a consumo, el uso de antibióticos en la industria de producción animal y la enorme cantidad de excretas y cadáveres animales, derivan en la contaminación de las aguas del subsuelo. En México, la producción de alimentos vegetales para consumo humano utiliza el 20% del agua mientras que la ganadería industrial consume la alarmante cifra del 50% del agua potable. Para producir medio kilo de carne de vaca son necesarios 15,400 litros de agua.
● Riesgo para la salud: Sacar a los animales de nuestro plato es fundamental para cumplir la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la ONU. Una alimentación basada en plantas reduce los riesgos asociados a la salud por la generación de enfermedades no transmisibles relacionadas con el consumo de animales, como colesterol, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiacas, entre otras.

● Causante de la desforestación: La ganadería industrial es la mayor responsable de la deforestación. En nuestro país más de la mitad del territorio mexicano está destinado a la ganadería y la creación de pastizales inducidos ha devastado zonas de suma importancia como las selvas de la región sur, debido a la alta demanda de productos de origen animal; tan solo Yucatán, ha perdido el equivalente a 2 mil veces el estadio Azteca por la construcción de granjas porcícolas.
● Incrementa el hambre y pobreza: La producción de carne, leche y huevos requiere más tierra agrícola para la producción del alimento de los animales, siendo que de aprovecharse esas tierras para alimentos vegetales para humanos, se podría alimentar a una mayor cantidad de personas. Adicionalmente, el incremento en la demanda de productos de origen animal, ha aumentado el precio de granos como maíz, trigo, soya, sorgo y cebada, debido a la competencia entre la alimentación de animales, los biocombustibles y la alimentación humana, es decir, los granos fundamentales para la seguridad alimentaria, se encarecen por la demanda de carne, leche y huevos.

El adoptar una alimentación basada en plantas es sin duda una de las estrategias de sostenibilidad más efectivas para mitigar el calentamiento global y asegurar el cumplimiento de la Agenda 2030

– Sofía Ruiz, Especialista de políticas alimentarias en Alianza Alimentaria.

La ONU ha declarado que el tema del Día Mundial del Medio Ambiente en este 2024 es “Restauración de las tierras, desertificación y resiliencia frente a las sequías”.

Para este organismo internacional, pese a que la humanidad depende de la tierra, en todo el mundo, una combinación tóxica de contaminación, caos climático y eliminación de la biodiversidad está convirtiendo tierras sanas en desiertos y ecosistemas prósperos en zonas muertas. Se están aniquilando bosques y praderas, y se está minando la fuerza de la tierra para sostener los ecosistemas, la agricultura y las comunidades.
Es por esto que este Día Mundial del Medio Ambiente, invita a la población mundial a unirse al movimiento para restaurar la tierra, fortalecer la resiliencia a la sequía, y combatir la desertificación. La degradación de las tierras y la desertificación afectan a más de 3.000 millones de personas.

Los ecosistemas de agua dulce también están degradados, lo que dificulta la producción de cultivos y la cría de ganado. Esto afecta aún más a los pequeños agricultores y a las personas en situación de pobreza en las zonas rurales.

Pero la naturaleza es resiliente.

Mediante la transformación de nuestro sistema alimentario hacia uno más sostenible, podremos frenar la triple crisis planetaria: la crisis del cambio climático, la crisis de la pérdida de naturaleza y biodiversidad, incluida la desertificación, y, por supuesto, la crisis de la contaminación y los desechos.

Podemos también ayudar con la restauración de los ecosistemas y a revertir la pérdida de biodiversidad para 2030, conforme con el Marco Mundial de Biodiversidad y podemos acercarnos a cumplir los límites de temperaturas globales establecidos en el Acuerdo de París.

Además podemos reducir la pobreza y la inseguridad alimentaria contribuyendo significativamente con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

aristeguinoticias

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