Alumna denuncia que la drogaron con ketamina de uso veterinario en una cafetería cerca de CU
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una estudiante de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) compartió que había sido drogada en una de las cafeterías en las inmediaciones de la universidad.
La joven explicó, en una publicación del grupo “Ventas CU sin censura” en Facebook, que el viernes de la semana pasada había comprado un frappé en una cafetería de nombre “La Cova”, frente a la calle de Medicina, por donde pasa la ruta 5 del Pumabús.
De acuerdo con el testimonio, el dependiente le vendió el producto más barato, le preguntó por sus horarios y otras cosas similares, además de insistirle a la estudiante que se quedará en el local para tomarse su bebida, pero ella no aceptó porque iba con prisa.
La universitaria señaló que consumió el frappé mientras viajaba en el Pumabús, cuando comenzó a sentirse mal, al llegar a la Facultad de Psicología perdió la fuerza en las manos, incluso se le cayó la bebida, pero siguió tomándolo porque pensó que se trataba de un ataque de pánico, por lo que no lo relacionó con el producto.
Según la publicación, la joven se sintió peor durante su clase, se le durmió la mitad del cuerpo, no podía ver, ni oír adecuadamente y no podía respirar. Al irse de la facultad volvió a usar el sistema de transporte de la universidad, pero se encontró con el individuo, “me asusto mucho que al pasar por Copilco ese cuate me estaba esperando afuera, así que me seguí hasta metro CU”, relató.
La estudiante se desmayó en el transcurso de 10 estaciones, por lo que casi llegó a la base. Además, no tenía fuerza en las piernas, tenía mucho vómito y migraña, por lo que le fue “imposible” moverse para pedir ayuda, por lo que tuvieron que ir por ella y la llevaron a una clínica, donde le informaron que su bebida contenía ketamina de uso veterinario, según explicó. “Hasta hoy sigo con secuelas de la dosis”.
Tras la denuncia, otros integrantes del grupo de Facebook externaron su apoyo hacia la estudiante por su experiencia. Algunas personas incluso señalaron que habían vivido algo similar con un dependiente de ese establecimiento.
“A mí me acoso por casi un semestre entero, me obligó a pagarle cuando él era el que me decía que me “invitaba” los cafés, y al final del semestre me cobro 2k. Me buscaba en el metro, me mandaba mensajes muy obscenos cuando yo le dije que parara”, dijo otra joven.
“Me paso lo mismo, pero no le di la importancia. Compre un frappé ahí, pasando aproximadamente 20 min cuando ya iba en el metro me empecé a sentir muy mal, mareada, con taquicardia y ansiedad, por lo cual lo deje de pasar y trate de calmarme. Llegando al lugar de mi destino, sentí que no podía respirar, se me durmieron las manos, y el dolor de cabeza es terrible, por lo que fueron por mí y me desmayé”, relató otra integrante del grupo.
Otros internautas señalaron que las bebidas del establecimiento eran “adictivas”:
“Yo compraba casi diario en el que está sobre Copilco para llegar al metro (…) luego se volvió totalmente adictivo (…) Me costó MUCHÍSIMO dejar de comprarlo y lo deje de hacer por salud”.
“Yo compraba frappés en el café la cova que está sobre Copilco y ciertamente son muy adictivos, diario quería comprarme uno, llegué a un punto en el que tuve que irme a la facultad sin dinero porque siempre que llevaba dinero iba a comprarme uno”.
Ante la publicación y la difusión de la acusación de la estudiante la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria (DGAPSU), a través de Protección Civil de la UNAM, emitió un comunicado en el que se dio a conocer que, tomaron conocimiento del hecho y realizaron gestiones con las autoridades correspondientes, por lo que se realizó la suspensión de actividades del comercio, a través de la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México. La DGAPSU también señaló que se ejercerán las acciones legales correspondientes.
Proceso
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