El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha destinado casi 10 millones de pesos a un proyecto que involucra Catarino Garza, una figura histórica del siglo XIX, mientras colectivos de búsqueda y feministas cuestionan la falta de apoyo a sus causas. Este gasto ha generado malestar en diversos sectores de la sociedad, quienes señalan que esos recursos podrían haberse invertido en temas urgentes, como la búsqueda de personas desaparecidas o la lucha contra la violencia de género.

La inversión en Garza parece ser un afán irrazonable por rescatar la memoria histórica, pero muchos se preguntan si es realmente una prioridad frente a la crisis de derechos humanos que vive el país. Los colectivos de búsqueda, formados en su mayoría por mujeres que buscan a sus familiares desaparecidos, han manifestado su total indignación, ya que consideran que el Estado ha sido omiso en atender sus demandas y proveer los recursos necesarios para avanzar en la identificación de restos y entrega de restos, además de exigir la creación de políticas más efectivas, dignas y humanas.

Por su parte, las feministas también han alzado la voz, criticando la escaza sensibilidad e interés del gobierno morenista ante la creciente ola de feminicidios y violencia de género. Estos grupos exigen mayor apoyo en términos de políticas públicas y presupuesto para prevenir y combatir de manera contundente estas problemáticas.

La decisión de priorizar un ‘proyecto histórico’ por encima de demandas sociales inmediatas causa indignación y molestia, además abre un debate sobre las prioridades del gobierno y su capacidad para escuchar a quienes están viviendo una situación terrible y de vulnerabilidad extrema.

Así las cosas…